miércoles, 15 de junio de 2011

Retratos Interminables - El CLuB dE lOs ABSOLuTOS

El Silencio es lo ùnico absoluto
El Tiempo lo ùnico contundente,
prueba irrefutable para entender quienes somos
Ave Fantasma

Cancelado el Club Absoluto...Obsesivos por siempre
eliminado su blog, sus ùnicos instantes...


23.12.09
La Evoluciòn:

"Solo un final absoluto permite un verdadero inicio absoluto".

Ahora todo es absoluto
Ya todo està consumado.

...El final de una era da paso a otra.
Las batallas libradas con el estandarte del Club de los Obsesivos llegaron a su fin.
Aquì empieza la segunda era: La Era Absoluta.Con sus propias reglas, con sus principios, con su misticismo y objeciones. Con su eternidad y sus demonios, con sus laberintos, túneles y sobretodo...con el sabor de la nada que lo permite todo.
x AveFantasma

30.12.09
Sueño Nº 2
x J.V.Frizlang

Me encontraba desnudo en un desierto rojizo y sofocante. Me habían cortado en cinco pedazos, que correspondían a un pie, una mano, la lengua, la cabeza y el resto del cuerpo. No era sencillo mantenerme en pie, por lo que opté por desplazarme reptando, como una sierpe. De tanto zigzagueo llegué hasta la puerta de una oscura mansión, que tenía muchas flores azules en el jardín, tantas, que impedían entrar o salir de la casa.

Entonces arroje mi cabeza, y pude ver a unos niños jugando en un patio interior. Al caer hice un sonido seco, como un toc. Los niños me recogieron. Primero me preguntaron cosas que no pude responder, por no tener lengua. Entonces se pusieron a jugar mata gente con mi cabeza. Pronto se aburrieron. Me arrancaron los ojos. Finalmente, me prendieron hasta que mi cabeza quedó hecha una bola de carbón, que pisotearon hasta cansarse. Arrojé mi lengua, pero se la echaron a los perros. Cuando lance mi pie, me devolvieron un zapato. Sólo me quedaba una mano y el resto de mi cuerpo, pero no tenía suficiente fuerza para arrojarme del todo, así que opté por arrojar mi mano.

Todavía debe seguir allí, prisionera de sus juegos, o tal vez libre, como un puño sofocante en sus gargantas. Por mi parte, seguí mi camino, cegado y en silencio, manco y sin cabeza, pero feliz, brincando con un zapato nuevo.
x J.V.Frizlang